La figura del notario tiene un halo místico en nuestro país. Todo el mundo conoce su figura, pero, ¿Cuántos de vosotros sabéis a qué se dedica exactamente y cuándo es indispensable acudir a él? A lo largo de este blog os contaremos quiénes son, a qué se dedican y porqué su labor es tan relevante. ¡No os lo perdáis!
¿Qué es un notario?
¿Sabes que tienen en común las personas que alguna vez hayan comprado una casa, creado una sociedad de capital, expedido copias de una escritura pública o vivido un proceso de divorcio? Por muy dispares que parezcan, tienen un punto de encuentro: la necesidad de un notario.
Los notarios son funcionarios públicos del Estado cuya principal labor es proporcionar seguridad jurídica a sus clientes, legitimando, comprobando y dando fe pública de los acuerdos establecidos entre las partes.
Pese a que se trata de un puesto como funcionario público, estos desarrollan su profesión en un sistema de libre competencia, aunque es el Estado el encargado de determinar el precio del servicio.
Para poder acceder a este puesto debes estar licenciado en derecho y, posteriormente, aprobar el concurso público.
Una vez aprobada la oposición se le es otorgada la fe pública, que le entrega la facultad de autentificar las declaraciones que le presentan con el objetivo de cooperar con los intereses públicos.
Principales funciones del notario
Como ya comentamos, la principal función de un notario es ejercer la fe pública notarial, garantizando el cumplimiento de los acuerdos. Esto significa que el notario es el encargado de revisar los acuerdos, confirmar que estos se ajustan a la ley y la autenticidad del compromiso por ambas partes.
Sin embargo, sus funciones van mucho más allá y abarcan acciones tan variadas como las siguientes:
- Asesorar a los clientes sobre los requisitos jurídicos para cada escenario.
- Otorgar a los documentos validez pública otorgando así seguridad jurídica.
- Reconocer documentos privados dando fe del contenido y dejando constancia de las partes interesadas.
- Autentificación de firmas y copias de documentos legales.
- Otorgar fe de vida, es decir, da testimonio de que una persona está viva.
Funcionamiento del proceso notarial
El proceso de cotejar un documento es sencillo, pero debe ser muy preciso. En primer lugar, hay que ser consciente de que muchos documentos tanto públicos como privados deben de ser obligatoriamente presentados ante notario, mientras que otros son altamente recomendables que sean cotejados.
El notario siempre requerirá la identificación de ambas partes, así como las versiones originales de todos los documentos que la ley exija a la hora de realizar la firma ante notario.
Posteriormente, el notario lee y da fe de todos los hechos que perciba aplicando exclusivamente la legalidad vigente. Una vez firmados, estos documentos adquieren fuerza probatoria y son considerados legales.
Por último, se realiza un documento que recoge la información básica sobre las partes y el contrato, adjuntando los documentos originales y siendo el encargado de conservarlos y entregarlos cuando sean solicitados.
¿Qué documentos debo llevar siempre ante notario?
Una vez hayamos realizado la firma ante notario, la escritura pasa a dominio público, adquiriendo así mayor validez que cualquier documento privado. Es por eso que existen determinados escritos que es obligatorio o muy recomendable llevar ante notario:
- Firma de hipotecas.
- Testamentos.
- Arrendamientos y compra-ventas.
- Comunicaciones al ayuntamiento de nuevas fincas.
- Disolución de una sociedad conyugal, emancipación de un hijo, casamientos o divorcios.
- Construcción de usufructos y rentas.
Además de todos estos documentos, recuerda que un notario puede acudir a cualquier hecho cotidiano que puedas imaginar, ya que así asegura la validez legal y jurídica de la actividad.
¿Conocías la labor del notario? Sigue leyendo nuestros blogs para infórmate del funcionamiento de procesos burocráticos y ponte en contacto con nuestro equipo si te surge alguna duda.